pero lo hacemos igual

27 agosto, 2011

Like bunnies / Como conejos

El pibe se baña, yo me apoyo en mis pies con las rodillas en el pecho desnuda tipeando esto. Tan Bionica suena en shuffle al mango. Hay un lucky mentolado a medio camino consumiendose en el marco de la ventana y lo miro sin ganas.

No puedo dejar de volver a sentir las cosas que pasaron hace 5 minutos. Me quedo pelotuda pensado y personificando las sensaciones, las revivo de solo pensarlas. El gustito a cigarrillo en la boca me hace volver a la realidad pero hago un esfuerzo por seguir recordando.

Con Luc el otro día hablábamos de que implicaba coger como conejos y que implicaba sólo coger en la medida justa pero un 70% menos que la anterior. Las dos son distintas maneras de encarar el sexo en pareja, a veces cogiendo como conejo te sentís invencible y explorar el sexo en su máxima extensión. Cogiendo menos, en cambio, tendemos a prestarle más atención a esa cogida, a que no se corte más, sentirla con todos los sentidos y demás.

Ahora ambas son maneras, nosotros tuvimos tiempo de experimentar ambas formas de coger pero nos quedamos con coger como conejos, ¿por qué? Por la exploración sexual que nos da pie. Yo, cogiendo menos siento que me quedo a mitad de camino de tanto en tanto, siempre hay algún paréntesis salvador en el que nos convertimos en meros primates y hacemos de todo, pero no es constante y eso a veces nos pega como el bajón, pero no implica que no la pasemos bien, pero sí, que es diferente.

1 comentarios:

Guillermo Altayrac dijo...

¡Ah!, yo también experimenté ambas. Ambas tienen lo suyo, es verdad, pero me quedo con los polvos largos e intensos. Esos que, de tanto trabajo previo, suelen venir (al menos en mi caso) con orgasmo atómico. Y disfruto más el durante. Es disfrute que casi se vuelve sufrimiento.
Y dejo de escribir porque ya se me está parando.
No, no me da culpita.
Saludos.