pero lo hacemos igual

08 diciembre, 2014

REVENTADITAS 1

Estoy en este recorrido turístico que me da ultra paja y de re-oreja escucho a un tipo en sus 40's decirle a su amigo "Seee!!! Lo ideal sería agarrarse una buena pendeja; una reventadita...". Su amigo se ríe porque entiende de qué le está hablando.

Yo automáticamente me indigno. Pero me indigno tan fuerte que sigo masticando ese diálogo durante un rato más. Realmente me choca porque soy un pibe que antes de hacer cualquier cosa casi siempre tengo que luchar contra mi barrera moral, esa que define lo que está bien, de lo que está mal. Es algo que hago siempre para saber de antemano en cuál de los dos lados me quiero parar. Aunque sí, a veces me gobierna una doble moral, pero eso no tiene que ver con que yo sea un pibe falso, pasa simplemente porque todavía estoy aprendiendo sobre las causas y los efectos.

Bueno, la cuestión es que me indigno porque no puedo creer que un tipo grande, que habiendo visto más o menos cómo se construye y destruye el mundo (para eso estamos en este tour ridículo), todavía quiera tocar a una pendeja, una baby y más todavía... una reventadita.

El tema es que las reventaditas son espejismos hermosos: les gusta la joda, escabian a la par tuyo, visten sexy, saben qué hacer para gustar, e incluso van ganarte el beer pong. Y después de que las hayas dejado ganar y ella se haya tomado todos sus vasos, quizás la hayas hecho reír y todo el alcohol que tenga encima te ayude a que puedas llevártela esa noche.

Y la respuesta está ahí: porque si ella está reventadita y te quiere a vos, te quiere YA.
Y vos se lo vas a dar.
Y recién después de todo eso vas a saber lo que es una reventadita.

Y no vas a querer nunca más.

1 comentarios:

Cat dijo...

"El tema es que las reventaditas son espejismos hermosos:" brillante hermano blogger